lunes, 23 de abril de 2012

El fantasma final






Para los seres humanos era una sombra. Para los fantasmas un destructor.

Para aquellos que han ahuyentado a la muerte tan solo queda un lugar en el que poder desaparecer. Durante un tiempo compartí camino con un viejo amigo. Llegado el día, nuestros pasos, como no podía ser de otro modo, nos alejaron. Aún recuerdo el momento. El calor del otro desvaneciendose a medida que  cada uno se adentraba en un extraño silencio singular. Después, sólo el aullido de aquella inmensidad blanca.

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