lunes, 19 de marzo de 2012

LA FRONTERA DOBLE II: La otra niebla

-Es realmente dificil dibujar la niebla, sobre todo esta... apagar lo justo el color dispersado por cada partícula de agua en suspensión...pero sin hacerlo desaparecer del todo...
-Un arcoiris sin luz.
-¿Un arcoiris sin luz...?
-En una ocasión vi uno.
-¿Donde?
-No lo recuerdo bien, era de noche, claro, eso si lo sé, una de mis excursiones nocturnas, seguro. Y sé que era microscopico, o aún más diminuto...y que venía acompañado de diversos fotometeoros, todos ellos desconocidos por el hombre, que le hacian el vacio como si se tratara de un bicho raro.
-Pero, ¿qué viste exactamente?...
-Algo sin casi nada de color, y una sin lluvia que no paraba, todo muy confuso y paralelo pero exacto...además creo recordar que yo iba dentro de una bolsa de plástico en el interor de una mochila...
-¿Y cómo puedes estar tan seguro?...En esas condiciones...no se...
-Sé lo que ví. Tambien, si es eso lo que estás pensando,  veo lo que sé, pero de eso se está generalmente  menos seguro...y no fué lo que ocurrió entonces...sin suela todo en este mundo sería un calcetín...

La niebla cubre las lomas de las suaves montañas y penetra humenante en el valle. Circula más tarde por las calles, ajena al tiempo, lenta y  tan densa que  hasta el sol es ya silueta difusa. La vida se concentra en el sonido de los pasos ausentes y entonces atraviesa las paredes de los hogares como una niebla en la niebla, e inunda cada cuarto penetrando incluso en el interior de las bombillas. Los pasillos se alargan sin voluntad hacia el infinito de una lluvia que no esperan y el tiempo se sume en una hora muda y olvidada  compactada en la forma de una gota de agua.

-¿Y cómo era ?...
-¿El qué?.
-Tu arcoiris...
-Ya te lo he dicho...como tu niebla


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