-¿Pero ya no volveremos nunca?...¿nunca más?...¿De verdad?...¿Es posible?
-Tienes tu camiseta azul, ¿no?...Y tu tebeo...
-Todo, sí...
-No hay nada que echar de menos, te lo aseguro.
-Pero...al menos me hubiera gustado descubrir qué erámos, creo, nuestra pequeña historia, nuestro postre y color favoritos...
-El tuyo el azul. Piensa que fuimos, no se...unos zapatos por ejemplo, unos zapatos cerca de una ventana, que llevan semanas sin usarse, sucios, polvorientos, a los que nadie presta atención...
-¿Unos zapatos...?
-O unas gafas, qué más da.
-...Unas gafas...
Aquello escapa de todos los objetos, hasta de los que aún no existen, y se concentra en el aire como la espera de un pensamiento, confundiendose con las particulas de polvoflotante.
-Entonces ha llegado el momento.
-Siempre lo has deseado.
-¿Y cuando nos vamos?
-Ahora mismo.Viajaremos en la noche.
-¿Y cómo?
-En algo parecido a un globo.
-Que nervios...la noche...
Las estrellas extienden sus nervios luminosos, palpitantes y de un grosor infinitesimal. Los vientos solares aullan como una piel incandescente arrancada en la onda expansiva de las llamaradas solares. Todo detiene su empuje un leve instante porque algo que nunca nadie ha visto ha muerto solo en alguna remota galaxia. El cosmos exhala su aliento y la noche se abre en la respiración de un desierto que es todos los desiertos.
-Deja de aferrarte asi a tu tebeo o lo vas a estropear...no has de tener miedo, todo es mundo.
-No es miedo, es solo que...quizá no existan nubes ahí...allá...a donde vamos...
- No lo creo...mira muy despacito por la ventanilla...
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